Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Natalia Parra, activista animalista es #TrendingLíder por su capacidad de generar movilización y conciencia sobre los derechos de los animales. Su objetivo final es generar “un Estado para los animales” que los reconozca políticamente como seres sintientes.
Fecha y lugar de nacimiento: Noviembre 10 de 1980 – Medellín
Actividades profesionales: Administradora Pública, especialista en Gerencia Pública y Control Fiscal, activista pacifista y animalista
Grupos/asociaciones a las que pertenece: Plataforma Colombiana por los Animales ¡ALTO! Animales Libres de Tortura, Fundación Franz Weber, DefenZOOres TV, Secretaría Bancada Animalista del Congreso de la República
Redes sociales:
Twitter: NataliaParraOso – PlataformaALTO
Facebook: Natalia Parra Osorio – ALTO Plataforma Animalista
Youtube: Natalia Parra Osorio – Plataforma ALTO
En The Globalization of Animal Welfare, un magnífico artículo de Miyun Park y Peter Singer en Foreign Affairs se señalan dos hechos contradictorios en relación con los animales en el mundo. Que hoy en día, el crecimiento económico y el desarrollo en todo el mundo están llevando a un aumento en la demanda de productos de origen animal. Y que a pesar de grandes avances en las políticas y leyes internas sobre derechos de protección animal en cada país, ese marco regulatorio para el bienestar animal ha estado ausente a nivel internacional.
Según el Banco Mundial, el aumento de la demanda mundial causó que creciera la producción total de carne en el mundo en desarrollo, a casi el triple entre 1980 y 2002, de 45 a 134 millones de toneladas. Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) en los países en desarrollo, desde principios de la década de 1960, el consumo de leche casi se ha duplicado, el consumo de carne se ha más que triplicado, y el consumo de huevos ha aumentado por un factor de cinco.
En un número creciente de casos, el mercado de consumo está impulsando nuevas políticas, y las organizaciones internacionales están ayudando a elevar la conciencia y a llenar los vacíos dejados por las leyes nacionales. Aunque la legislación nacional juega un papel clave en la mejora del bienestar de los animales criados para la alimentación, no es la única respuesta. Es hora de un compromiso global para reducir el sufrimiento de los animales y mitigar las múltiples consecuencias imprevistas e indeseables de la cría de animales para la alimentación humana.
**Se ha logrado convocar a más de 40.000 seres humanos que se preocupan por la vida animal
¿En qué consiste su iniciativa de liderazgo sobre la protección de los derechos de los animales?
Debo confesar que en las tareas de protección directa, no soy la más diestra, ni la más la más fuerte anímicamente. Cada caso, cada situación vivida de cerca con la circunstancia dolorosa de un animal concreto, me afecta el ánimo considerablemente y limita mi capacidad de reacción.
Por eso decidí trazar labores que se relacionaran con mi área de conocimiento y formación. Más aún, cuando siempre he considerado que hay que “hacer Estado para los animales”. Orienté el proyecto de hacer gestión pública y movilización.
¿De dónde surge o qué lo llevó a iniciarla?
De la acumulación de indignación, dolor e impotencia. De ver las injusticias a las que son expuestos los individuos de tantas especies, a raíz de concepciones culturales de hegemonía y superioridad de especie.
Siempre pienso que todo activista enfrenta efectos desencadenantes que lo llevan a pasar de generar acciones esporádicas, a tomar el tema como una opción de vida. El mío fue un ave que no pude liberar.
¿Qué es lo distintivo de su iniciativa?
El enfoque de lo administrativo público y su alcance, orientado a reivindicar unas víctimas históricamente invisibilizadas y desprotegidas.
¿Cómo ha desarrollado su iniciativa?
Luego de varios años de activismo, decidimos conformar una Plataforma Ciudadana que no tuviera la naturaleza de fundación u ONG. Una Plataforma que estuviera compuesta por diferentes sectores de la sociedad civil, abierta a los ciudadanos que pese a no estar dedicados completamente al animalismo, o incluso ciudadanos que aún no han cambiado varios hábitos de consumo o impacto en los animales, está dispuesta a contribuir desde su área e ir adelantando un proceso encaminado a ser animalista.
Decidimos enfocar nuestras tareas en la gestión institucional y política. En el desarrollo de algunos proyectos comunicativos y de sensibilización y en la movilización social, con una perspectiva de alcance nacional.
La iniciativa en voz de Natalia:
Desde la movilización, poder congregar a miles de ciudadanos en las hasta ahora siete marchas anuales por los Derechos de los Animales, en el caso bogotano; marchas a las que ha acudido ciudadanía altamente diversa en términos etarios (de edad), socioculturales, políticos, religiosos, etc. En la más reciente, logramos convocar a más de 40.000 seres humanos que se preocupan por la vida animal.
Desde el desarrollo de algunos proyectos comunicativos, hemos podido acercarnos a muchos más ciudadanos de los que podríamos. Con mi participación como presentadora en el programa Hablemos de Perros de Canal UNO, el programa Biosphera en Canal UNO y actualmente el Programa DefenZOOres en Canal Capital. También con varios programas de radio on line, que hemos desarrollado durante largos periodos, como en 7Radio y Contagio Radio.
En materia de gestión institucional y política, considero que el hecho de asesorar a distintos candidatos, en diferentes lugares, nos ha abierto la posibilidad de coconstruir como sociedad civil con el Estado, políticas públicas e iniciativas que van abonando cambios a corto, mediano y largo plazo, por los animales.
En lo nacional, desde el Ejecutivo, con el actual gobierno se ha establecido compromisos que, si bien están en su etapa más básica de desarrollo, son claves para el tránsito hacia la generación de Estado para los animales.
Se trata de la construcción de un CONPES que dictará la política pública nacional, establecerá lo que hemos llamado “dolientes institucionales”, otorgando responsabilidades a las diversas entidades públicas en la matera (ejemplo Ministerios de Educación, Salud, Ambiente, Interior, etc.), así como presupuesto para bienestar animal concretamente.
Es una tarea larga y “tortuosa” en lo procedimental y lo técnico, que se apalanca en el artículo logrado en el Plan Nacional de Desarrollo con el senador Guillermo García Realpe y con el apoyo de la Bancada Animalista. En el artículo se establece la construcción de la Política Pública Nacional. En la actualidad trabajamos los preparativos con el DNP.
También en lo legislativo, se ha podido ver un avance gradual, en términos de lo que a voluntad política se refiere. Aunque hace varios años adelantábamos tareas aisladas con congresistas como David Luna, Jairo Clopatovsky y Camilo Sánchez, el espectro ha venido creciendo desde que con los exsenadores Camilo Sánchez y Jorge Londoño creamos la Bancada Animalista del Congreso hace cuatro años, compuesta por congresistas de diferentes vertientes políticas y ha viabilizado varias iniciativas de sensibilización.
Hoy en día hemos reactivado la Bancada con el liderazgo del representante Juan Carlos Losada, con quien construimos el proyecto de ley que busca penalizar distintas formas de maltrato animal y cambiarles el estatus jurídico.
La Bancada, compuesta por congresistas como Luciano Grisales, Hernando Padaui, Alirio Uribe, Germán Navas, Armando Benndetti, Claudia López, Guillermo García, Antonio Navarro, entre otros, ha frenado iniciativas legislativas que han representado peligro para los animales, teniendo presente que se busca gradualmente abandonar el déficit normativo en defensa y protección animal en el país.
Por otra parte, desde la gestión política se ha logrado recientemente en conjunto con otras organizaciones con que constituimos la Campaña Bogotá Sin Toreo, recibir el apoyo de la administración distrital para presentar ante el concejo la iniciativa de consulta antitaurina.
Con la Fundación Franz Weber el desarrollo y presentación del informe que amparó el pronunciamiento en Ginebra, por parte de la ONU, para que los niños, niñas y adolescentes sean alejados de la violencia de la tauromaquia en Colombia.
¿Cuáles han sido los principales aciertos y aliados?
El equipo interdisciplinario y de total confianza y aprecio. Compañeros de diversas organizaciones de Bogotá y de las regiones con quienes hemos podido tener sinergia y trabajo conjunto. Los actores sociales, institucionales y políticos con voluntad con que hemos podido co-construir. La Fundación Franz Weber con Leonardo Anselmi (vocero de la abolición de las corridas en Cataluña).
¿Cuáles son las justificaciones no morales del animalismo (políticas, económicas, sociales, etc.)?
Me resulta difícil desligar lo moral de los demás factores, pero podría mencionar:
El avance en la ampliación del espectro de derechos garantizados por el Estado (derechos de cuarta generación).
El viraje económico, científico y tecnológico, hacia nuevas formas de producción a largo plazo, acordes a lo que inevitablemente tendrá que encaminarse el mundo, en aras de la supervivencia del planeta y nuestra propia especie.
La transformación cultural, propia de todo momento histórico, en la forma en que nos relacionamos con la alteridad.
Desde un punto de vista antropocéntrico, las ventajas que trae a la convivencia y el respeto por la vida humana, a partir del mismo ejercicio con especies morfológicamente distintas.
¿Cuál es el papel de Colombia en la lucha por los derechos de los animales?
Colombia como país que ha permanecido en un doloroso conflicto interno, en el que las relaciones sociales se han basado en la vulneración de la vida del otro, tiene una responsabilidad histórica en el mundo y es demostrar que la cultura de la muerte puede abolirse.
Comenzar a cambiar la concepción del valor de la vida independientemente a si es de un enemigo, de alguien de otra postura o alguien de otra especie, en un país violento, es un factor de transformación hacia la concepción integral de justicia.
Hay una famosa frase de Ghandi que los animalistas trillamos y con toda razón: “La grandeza de una nación y su progreso moral, pueden ser medidos en la forma en que son tratados los animales”
