José Miguel Vivanco, el director para las Américas de la ONG Human Rights Watch, es un abogado chileno y defensor de derechos humanos cuyo trabajo con frecuencia ha girado en torno a Colombia.

Vivanco es abogado de la Universidad de Chile, con maestría en derecho de Harvard. Tras graduarse de su maestría, trabajó en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, primero como asesor jurídico y luego como abogado.

Fundó en 1990 el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil por sus siglas en inglés), una ONG que presenta denuncias de toda la región americana ante organismos internacionales de derechos humanos -como el sistema interamericano de la OEA- y que actualmente dirige el colombiano Gustavo Gallón de la Comisión Colombiana de Juristas.

En 1994 se convirtió en director para las Américas de Human Rights Watch, una ONG que nació en 1978 para monitorear las violaciones de derechos humanos en el Bloque Comunista (un enfoque que fue ampliado al resto del mundo en los años ochenta) y que actualmente tiene su sede en Nueva York.

Ese cargo le ha convertido en la piedra en el zapato de muchos gobiernos latinoamericanos, tanto de derecha como de izquierda, que no han visto con buenos ojos sus críticas en temas de derechos humanos como el arresto en Londres del ex presidente chileno Augusto Pinochet (que le valió duras discusiones con su compatriota y entonces Canciller José Miguel Insulza), la violencia en Venezuela (llegando a ser expulsado por Hugo Chávez) o los abusos a la libertad de prensa en Ecuador.

En Colombia, que ha estado con frecuencia en el ojo de Human Rights Watch, también se ganó duros enfrentamientos, sobre todo con el gobierno de Álvaro Uribe. Vivanco fue especialmente crítico de la desmovilización de los paramilitares, del choque de trenes entre el Gobierno y la Corte Suprema en épocas en que investigaba la parapolítica y de la ratificación del tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos a raíz de la violencia contra sindicalistas.

Su relación con Uribe fue tan tirante que en una ocasión el ex presidente dijo “quiero recordarle al señor Vivanco que no es nuestro profesor en derechos humanos y que no lo recibimos como tal. Que aquí le perdimos el respeto hace mucho rato”.

Vivanco ha tenido una mejor relación con Juan Manuel Santos, aunque HRW ha elaborado un par de informes muy críticos de la propuesta de fuero penal militar, de los avances en la restitución de tierras -una de las banderas de la Ley de Víctimas que promulgó Santos- así como de la violencia en Buenaventura y Tumaco.

Vivanco también es profesor de derecho en las universidades gringas de Georgetown y Johns Hopkins.