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“Mañana miércoles vendrán barrenderos y barrerán la basura de sus funerales” cuenta la historia de la Mamá Grande. Al puerto también llegó otro tiempo, Mamáecopetrol ya se ha ido, su desarrollo fue más inclusivo que el de la Mamá Grande, por eso es momento de construir ante esta nueva realidad y atajar el nacimiento de algún gamonal o de otro sujeto de esos parecidos.

En muchos de sus cuentos Gabriel García Márquez contaba historias de los diferentes pueblos del Caribe colombiano, y si usted le pone una atención especial, empieza a ver que los relatos tienen similitudes con otras regiones del país, y es acá donde voy a transcribir un fragmento del cuento “Los funerales de la Mamá Grande” que dice: “durante muchos años la Mamá Grande había garantizado la paz social y la concordia política de su imperio”.

En Barrancabermeja y en el Magdalena Medio de Santander, Antioquia, del sur de Bolívar y Cesar, la Mamá Grande tenía nombre, no constituía una persona natural, era una persona jurídica, una que cuando uno le preguntaba a nuestros padres “quién es el dueño de la refinería” muchos respondían, “todos los colombianos, por eso debemos cuidarla”. Ecopetrol era la que brindaba seguridad y la paz social que en otras regiones estuvo representada por un gamonal, por una matrona, por la guerrilla, los paramilitares, narcotraficantes, por otra empresa, o por cualquier otra cosa menos el gobierno nacional, municipal o departamental.

La ausencia del Estado se había convertido en costumbre, pero algo ha cambiado, en estos tiempos hay más capacidades con un grado importante de respuesta por parte de la sociedad civil, existe un control social, un poco débil pero se asoma, y empieza a manifestarse un contrapeso a las actuaciones de los que regentaron esos poderes, están apareciendo nuevos liderazgos, bastante técnicos y con buena formación académica que están pidiendo participación política.

Para donde va todo esto, si el alcalde de Medellín o de Bogotá organizara un operativo en contra de la población civil, estoy seguro que el tema sería noticia nacional por meses, hasta que lograra por presión de la ciudadanía una orden de captura de la fiscalía, pero, como fue en Barrancabermeja una ciudad santandereana a orillas del río Magdalena y a 398 kilómetros de Bogotá, sede del gobierno nacional, llegó diciembre de 2017 y no ha pasado nada con el  alcalde de Barrancabermeja que fue capaz de “orquest[ar] un operativo para evitar que la población participara en la revocatoria. […] Contactó a […] líder del corregimiento la Fortuna [de Barrancabermeja] y ex paramilitar reinsertado, en el que hablan sobre reclutar a 40 personas “revoltosas” para que no dejaran votar a la gente.” 

Después de las irregularidades del día de la revocatoria llegaron felicitaciones de senadores del partido Liberal y de exdiputados del Polo, en fin, ni una investigación disciplinaria por parte de la Procuraduría, ni una orden de captura ha llegado al puerto, sólo bolas de heno en el desierto, como esas que aparecen en las películas.

Mañana miércoles vendrán barrenderos y barrerán la basura de sus funerales” cuenta la historia en los Funerales de la Mamá Grande. Al puerto petrolero también llegó otro tiempo, Mamáecopetrol ya se ha ido, eso sí, su desarrollo fue más inclusivo que el de la Mamá Grande, por eso en pleno siglo XXI es momento de construir ante esta nueva realidad y atajar el nacimiento de algún gamonal o de otro sujeto de esos parecidos.

@asampayo

Es estudiante del doctorado en estudios políticos e internacionales de la Universidad del Rosario. Ha sido profesor de cátedra en la Universidad del Rosario y la Universidad Nacional-sede Bogotá y asesor del Departamento Nacional de Planeación, el Ministerio de Agricultura y la Alcaldía de Barrancabermeja....