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Una mirada a las cifras revela que, en general, no hay relación directa entre asesinatos y desplazamiento pero sí, entre el desplazamiento y las amenazas a la gente.

Tumaco, con más de 200 mil personas, está entre los municipios más violentos de Colombia. Su patrimonio natural y cultural, así como la alegría y calidez de su gente, contrasta con los altos niveles de pobreza, con el histórico abandono de la nación y el Estado, y con la persistencia de las violencias desde hace más de dos décadas.

Además de los casi 2500 asesinatos cometidos en los últimos diez años, los desplazamientos forzados son quizá la mayor y más visible expresión de los efectos del conflicto armado en esta región. Lo curioso es que son las amenazas de muerte y no los homicidios la causa determinante de este fenómeno.

Desplazamientos Vs. amenazas y acciones de guerra

Utilizando información cuantitativa y cualitativa del Banco de Datos de Derechos Humanos del Cinep, Noche y Niebla[1] , realizamos un ejercicio de investigación con estudiantes del Icesi, y encontramos que del 2001 al 2014, en Tumaco se observa una relación directa entre las amenazas (que son principalmente de muerte), y los desplazamientos forzados.

En el 2011, por ejemplo, todos los casos de desplazamiento forzado fueron de personas que habían sido amenazadas de muerte.[2]

Como se puede ver en los siguientes gráficos, las amenazas personales y colectivas están relacionadas con la tendencia a desplazarse. Las que más se repiten son las amenazas de muerte, desalojo, o reclutamiento de algún familiar, y generalmente son los padres los amenazados con el reclutamiento de sus hijos.

De los años estudiados, el número más alto de desplazamientos se produjo en el 2007. Así, 1018 campesinos huyeron de la violencia generada por los grupos armados en este año. Por su parte el 2008 es el año en que más amenazas y desplazamientos se presentaron.

En este año encontramos que fueron principalmente los grupos paramilitares los que amenazaron de muerte a la comunidad afrodescendiente de Tumaco, hecho que generó desplazamientos masivos de esta población[3]. También se puede observar un pico en la gráfica durante el 2013, que corresponde con el desplazamiento de 38 personas.

El número de amenazas de este año fue de 96, es decir, el 40% de las personas amenazadas terminaron desplazándose. Al igual que en el 2001 y el 2008, los principales actores de las amenazas fueron los grupos paramilitares.

De manera contraria, tal y como lo muestra la gráfica anterior, encontramos que en general, las relación entre asesinatos y desplazamiento se comportan de forma inversa. Es decir, cuando las variables de muertes están más altas, la variable de desplazamiento está baja y en ocasiones en cero.

Por el contrario, en los años del centro del gráfico que son 2005, 2006 y 2007 las variables de muertes están muy bajas, mientras que las de desplazamiento están bastante altas.

El dos de octubre de 2016, el 71,19% de los tumaqueños votaron afirmativamente el plebiscito que preguntaba por la refrendación de los acuerdos de paz realizados en La Habana entre representantes del Gobierno y las Farc-EP.

Información testimonial nos permite afirmar que a pesar que el narcotráfico es percibido como un “motor de desarrollo y empleo” para Tumaco, es mayor el anhelo de sus pobladores de que no se repitan hechos de violencia, ni amenazas, ni asesinatos, ni desplazamientos, ni actos terroristas.

De esta forma la gente de Tumaco de nuevo podrá “vivir con tranquilidad, para regresar a la calle, para volver a conversar con los vecinos, o poder salir al mentidero a contar historias y mitos de miedo, pero de miedo a los espantos o almas en pena, y no al terror de los actores armados”, tal y como nos lo narró una líder local.

Agradezco mucho los aportes de María Alejandra López, estudiante de la Universidad Icesi, por su trabajo con las bases de datos, y a la profesora Valeria Eberle por compartir con nosotros los datos del proyecto de investigacion sobre política en el Pacífico. También agradezco las contribuciones de Martha Meza, estudiante de la Maestría en Periodismo.

 


[1] Nuestro estudio utilizó la base de datos elaborada por el proyecto Análisis de la Participación Política en Escenarios de Conflicto 1997-2014, que usa información de la Revista Noche y Niebla de CINEP. El proyecto en mención definió 19 categorías para identificar la intensidad y tipología del conflicto en los 41 municipios que tienen jurisdicción administrativa en el litoral Pacífico. Nuestro ejercicio investigativo se centró en Tumaco y para ello también accedimos directamente a la base de CINEP.

[2] Es necesario tener en cuenta que en años como en el 2002, hubo desplazamientos, pero el número de desplazados y amenazados no se conocen. Sólo se sabe que hubo amenazas y desplazamientos en masa.

Ph.D. en Ciencias de la Información con estudios en Comunicación y Antropología. Es profesor investigador del Departamento de Estudios Político de Icesi y sus investigaciones abarcan áreas diversas como: los movimientos sociales, la migración y la información; las memorias y narrativas sobre la...