Recientemente narrábamos la importancia de incluir los procesos y lenguajes del arte como caminos para dinamizar las prácticas de aula. Buena parte de esta propuesta se basa en la cualidad de los procesos artísticos de vincular el juego, las soluciones creativas y el pensamiento lateral como motivadores de nuevas prácticas de mediación.

Este punto es clave cuando pensamos en los maestros que se requieren para formar estudiantes con las competencias que el siglo XXI nos demanda como ciudadanos. Debemos acompañar, cada vez más, de manera precisa y práctica a los maestros con reflexiones que permitan desarrollar sus capacidades como mediadores. Esta mediación no se reduce solo a lo cognitivo, sino que se instala en lo semiótico, en la resolución de conflictos y en el relacionamiento con las comunidades, entre otros.

En este sentido, en el marco de una alianza entre el Programa Todos a Aprender –PTA–  y Ser+Maestro, venimos desarrollando una serie de aproximaciones didácticas que buscan que maestros y estudiantes se permitan una conversación activa. La pregunta apenas natural es ¿Cómo se desarrollan estas prácticas?

Si bien, como todos los procesos educativos, no hay una receta, hay unos puntos en común que pueden ser usados para este tipo de diseños creativos en diversos contextos:

1. Exploramos diversos lenguajes y formatos: desde la creación gráfica hasta la radionovela, pasando por el comic o la creación de póster, las expresiones artísticas y creativas motivan escenarios de confianza en los participantes. Además la creación permite dar voces a los diversos participantes.

2. Los trabajos cuentan con momentos de desarrollo individual y colectivo: esta mezcla es muy útil para dar, desde el aula, espacios para la presentación de las creaciones de los estudiantes. Con esto se busca desarrollar habilidades comunicativas en cada sujeto, entendiendo que cada ciudadano debe tener la capacidad de expresar de manera clara y argumentada sus ideas.

3. El arte es el medio y el fin: más allá de instrumentizar una práctica artísitca, se trata de migrar y articular saberes. Cada realización creativa es un fin en si mismo, pero tambien la excusa para trabajar diversos conceptos y reflexiones asociados a diversos saberes.

4. Se entiende el error como insumo de aprendizaje: cada actividad permite diversas frmas de realización, y equivocarse se entiende como parte constituiva del aprendizaje. No se trata de llegar a soluciones preestablecidas, sino de aprender de cada forma de aproximarse a las propuestas.

Esta perspectiva de trabajo nos ha permitido, en Ser+Maestro, el desarrollo de más de 25 guias didácticas, que usan símbolos cercanos a los estudiantes,  con temas como el amor o los súper héroes, y funcionan como pretexto para que los maestros del PTA se puedan acercar al conocimiento de sus estudiantes y medir de forma cualitativa sus competencias socioemocionales ciudadanas y comunicacionales.

En el diseño de estas didácticas, se piensa la comunicación en el  aula más allá de los modos verticales. Aquí la comunicación se define como un diálogo, donde estudiante y maestro tienen los mismo códigos para el entendimiento del saber, en una relación que siempre reconoce las singularidades del contexto. Esta comunicación asertiva y afectiva dentro del aula es posible mediante la aplicación de didácticas disruptivas y el análisis de los intereses de los estudiantes.

Seguimos apostando a la dinamización didáctica, que entienda que la escuela debe combinar -para la apropiación efectiva del conocimiento- saberes, emociones y lenguajes cercanos a la vida de los estudiantes.

* Texto coescrito con Carolina Taborda, actriz y profesional de mediación educativa en la Fundación Proantioquia

Es consultor en educación. Estudió ingeniería civil y maestrías en desarrollo humano y en intervención social. Sus áreas de interés son la eduación, las políticas para la diversidad y los proyectos que favorezcan el desarrollo local y la ciudadanía.