Nació en Marinilla, Antioquia, el 16 de julio de 1954, aunque tiene cédula de Pereira y toda su carrera política la ha hecho en Risaralda.

A pesar de no haber cursado ningún pregrado y de declararse un “autodidacta” “hecho a pulso” fue concejal de ese municipio, como miembro del Partido Liberal, por dos períodos, primero entre 1988 y 1990 y luego entre 1990 y 1992, cuando también fue Presidente de la Corporación.

También por el Partido Liberal fue, durante tres períodos consecutivos, Diputado de la Asamblea Departamental de Risaralda: entre 1992 y 1994, entre 1994 y 1997, y entre 1997 y 2000.

En 2002, cuando le hizo campaña al candidato independiente Álvaro Uribe, fue elegido Representante a la Cámara de Representantes por Risaralda por el Partido Liberal y pronto se unió a la coalición uribista. Desde entonces, el Partido Liberal amenazó con quitarle su aval, pero la ruptura sólo ocurrió en octubre de 2003 cuando Soto renunció al partido, cuatro meses después de que anunciara su participación en el nuevo partido “uribista”.

Por lo tanto, Soto fue uno de los primeros en unirse al ahora conocido como Partido de La U. Desde entonces ha sido parte de las directivas del Partido, primero como miembro del Comité Directivo y luego como Presidente de la colectividad en Risaralda.

Ya como miembro de la bancada de La U y de la Comisión Primera de la Cámara, encargada de temas constitucionales, fue ponente de los dos actos legislativos que permitieron la reelección de Uribe en 2006.

En 2006 encabezó la lista de La U a la Cámara en Risaralda y fue el único de esos candidatos elegido como Representante. Durante esa legislatura volvió a buscar una reforma para permitir la reelección de Uribe y fue uno de los principales impulsores de la recolección de firmas en Risaralda.

En 2010 saltó al Senado, avalado por el Partido de La U; actualmente es Senador. Junto con el conservador Smay Merheg y Gloria Inés Ramírez, del Polo, es uno de los tres senadores que puso Risaralda.

Como Presidente del Partido de la U en Risaralda y Senador uribista, Soto ostentó un gran poder en su región que podría influenciar las elecciones locales de octubre de 2011.De hecho, no solo logró que su candidato a la alcaldía de Pereira, Enrique Vásquez, saliera ganador en un apretado voto-finish con el liberal Juan Manuel Arango, sino que puso otros cuatro alcaldes, varios concejales y diputados con altas votaciones, y le salió el apoyo a Carlos Alberto Botero a la Gobernación.

Soto, antes del decreto de emergencia que cambió el sistema de elección, apoyó a un candidato cercano a La U en la elección del Director de la Cárder.

En 2014 logró reelegirse aunque pasó raspando, pero en marzo de 2017 el Consejo de Estado decidió darle muerte política por haber usado recursos públicos para pagarle a un funcionario dos viajes al exterior que no eran de trabajo.

Soto decidió lanzar a su hija, Andrea Soto Mejía, como candidata a la Cámara en Risaralda por el partido de la U para el periodo 2018-2022.