El nuevo contralor general Edgardo Maya está en una disyuntiva: el próximo 31 de diciembre se vence el contrato de arrendamiento del edificio en el que funciona la entidad y él no sabe qué hacer. Está entre quedarse en las oficinas cuyo alquiler alto tiene en líos a la excontralora Sandra Morelli o irse a otro lado. Lo lógico parecería esto último, el asunto es que a Maya lo tienen encantado las actuales instalaciones.
Así lo ha expresado en varias ocasiones a sus funcionarios y por eso es posible que termine pidiendo al Gobierno vía libre para comprarlo, como le contó a La Silla una fuente de la Contraloría.
En cualquier caso, la opción sería comprar el edificio y no prorrogar el arriendo, pues el Contralor no está dispuesto a exponerse a un cuestionamiento por seguir en alquiler.
