El elevado gasto farmacéutico es una de las principales preocupaciones de los responsables políticos de todo el mundo. En Colombia, un país de ingresos medios, la prescripción ambulatoria representa más del 10% del gasto total en salud en el paquete de benefcios obligatorios (POS) y cerca del 90% en el fondo complementario del gobierno (No POS). Para controlar gasto, desde 2011, el Ministerio de Salud introdujo precios máximos para los reembolsos de medicamentos para pacientes ingrediente. En 2013, se controlaron más de 400 productos diferentes, que cubrían el 80% del gasto público farmacéutico. Este artículo investiga los efectos de los esfuerzos de la política colombiana para controlar el gasto mediante el control de precios.
Utilizando los datos del SISMED, la base de datos oficial de precios y cantidades vendidas en el mercado interno, estimamos un índice de precios de Laspeyres para 90 mercados relevantes en el período 2011-2015 y, luego, estimamos gasto
Los resultados muestran que, después de la promulgación de controles directos de precios, la inflación de precios disminuyó casi un 43%, pero el gasto farmacéutico casi se duplicó debido principalmente a un aumento en las unidades vendidas. Un aumento tan desproporcionado en unidades vendidas tal vez atribuible a un mejor acceso a los medicamentos debido a precios más bajos y / o un aumento en la comercialización esfuerzos de la industria farmacéutica para mantener las ganancias