Universidad del Norte Por: Julián Alfredo Fernández Niño, Hernando Baquero
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El movimiento anti-vacunas no es sino una consecuencia más del anti-intelectualismo, y del subsecuente fortalecimiento de la seudociencia, incluso en los países más desarrollados. La corriente anti-intelectual, y dentro de ella, la anti-ciencia, es muy antigua. Los filósofos naturales, los ilustrados del renacimiento, los evolucionistas o más recientemente, los científicos que estudian el cambio climático han tenido que enfrentarse históricamente, a hostigamientos, desprestigios y ataques sin bases lógicas, provenientes de diversos movimientos sociales, incluyendo: la religión organizada, grupos políticos reaccionarios al progreso, e incluso, no pocas veces, emporios económicos, cuando los hallazgos o teorías científicas han comprometido sus agendas o intereses.