De los 12 partidos con representación en el Concejo de Bogotá, cuatro tienen entre uno y dos concejales y se consideran independientes. No son decisivos, pero los votos que mueven pueden ser interesantes para un candidato presidencial que en 2018 necesite un empujón en la ciudad.
Son el Mira, Libres, Opción Ciudadana y la ASI y aunque están pendientes de algunas definiciones, todos quieren lanzar listas a la Cámara.
Los tres primeros tienen como particularidad que son de extracción cristiana (Mira y Libres) o que su único concejal, en el caso de Opción (Marco Fidel Ramírez), es pastor de una iglesia.
Pero no todos tienen la misma posición, por ejemplo, sobre los acuerdos de paz, así que el destino de sus alianzas no dependerá solo de la cabida que los partidos o candidatos presidenciales aliados les den a sus creencias.
Este es el panorama de cada uno.
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El Mira es el más grande de los partidos pequeños de Bogotá y ha venido creciendo.
Aunque mantiene dos concejales desde 2007, entre ese año y 2015 sus listas al Concejo pasaron de 85 mil a 105 mil votos
Además, mientras en 2014 perdieron su representación en el Senado porque no alcanzaron el umbral, mantuvieron tres curules en Cámara, una de las cuales es por Bogotá con Carlos Guevara, excandidato a la Alcaldía.
El partido definirá su estrategia para 2018 en una convención que realizará a final de año. Allí acordará, le dijo a La Silla Cachaca su presidente Carlos Baena, si apoya a un candidato para la Presidencia y si conforman listas para Senado y Cámara solos, que es la primera opción, o en coalición con otros partidos, en caso de que sea posible.
(El presidente del Polo, Álvaro Argote, le dijo a La Silla Cachaca que en caso de integrar una lista en coalición han pensado en convocar al Mira).
Entre los nombres que se barajan para una lista al Senado están los de la concejal Gloria Stella Díaz (que ya fue dos veces representante por Bogotá) y el del representante Guevara, aunque está por verse si él se queda en la Cámara.
Para la Cámara contemplan que se lance la vicepresidenta del partido, Irma Luz Herrera, una economista que ha asesorado a congresistas y concejales del MIRA y lleva en este unos 15 años. Con eso mantienen el patrón de volver candidatos a militantes de vieja data.
Una de las claves para entender cómo se movería este partido es que además de tener origen cristiano (sus fundadores son líderes de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional), apoyó el Sí al plebiscito.
En campañas presidenciales pasadas no apoyaron a ningún candidato presidencial. El antecedente más cercano en Bogotá fue la alianza que hicieron con el liberal Rafael Pardo a la Alcaldía en 2015. A la condición de que él se comprometiera a impulsar una política de respeto a la libertad de cultos le sumaron aspectos a los que el partido les ha hecho seguimiento, como la calidad de la movilidad y conflictos medioambientales.
La primera incursión del movimiento Libres, que agrupa iglesias cristianas como Cuadrangular, Oasis, Manantial, Tabernáculo de la fe y Cruzada, fue en las elecciones de Bogotá en 2015.
Lanzaron a la Alcaldía al político cristiano y exsenador de La U Ricardo Arias Mora (se quemó con 90 mil votos) y una lista al Concejo que obtuvo 69 mil votos (por encima de Progresistas y la ASI) y sacó a un concejal, Emel Rojas, también cristiano, con 8.900.
Esos resultados, que en el movimiento consideran positivos, los llevaron a plantearse la meta de presentar en 2018 listas cerradas a Senado y Cámara, para lo cual empezarán a recoger firmas en agosto, nos dijo el director del partido, Carlos Acosta. Él sería cabeza de lista a la Cámara por Bogotá. A Senado todavía no tienen nombres.
También, agregó, quieren lanzar a Arias como candidato a la Presidencia, con el ánimo de luego unirse en una coalición cristiana.
Tal alianza haría parte del movimiento cristiano que cuestiona los acuerdos de paz, teniendo en cuenta que Libres le hizo campaña al No en el plebiscito “porque se excluyó la familia y se incluyó la ideología de género”, opinó Acosta.
Aunque dicen no tener una agenda únicamente cristiana, pues en Bogotá se han metido con otros temas como la defensa de los cerros y la legalización de barrios, sí se soportan en las iglesias para llegarle a la gente, explicó el dirigente, y es por medio de estas que están haciendo un trabajo político a nivel nacional.
El antiguo PIN (partido que fundó el exsenador santandereano condenado por parapolítica Luis Alberto Gil y parece tener los días contados) se ha mantenido en el Concejo de Bogotá en los últimos dos periodos de la mano del pastor cristiano Marco Fidel Ramírez (de la Iglesia Familiar Internacional). En la Cámara, sin embargo, ha sido muy débil.
Las listas a Concejo se mantuvieron en 40 mil votos entre 2011 y 2015, mientras que Ramírez dobló su votación en el mismo tiempo al pasar de 7 mil a 14 mil votos.
En la Cámara no tiene representantes por Bogotá, y sus listas bajaron de 38 mil votos en 2010 a 26 mil en 2014.
La idea es insistir con otra en 2018, le dijo a La Silla el veedor de ese partido, Antonio Rocha. En 15 días se conocerán los primeros nombres.
La movida en Bogotá correrá por cuenta del concejal Ramírez, que se lanzó al agua como precandidato presidencial de ese partido y se disputará ese lugar con Rocha (que en 2014 fue ungido pero declinó) y el exsenador boyacense y pastor cristiano, Édgar Espíndola. El ungido se conocerá tras una convención que se realizará en los próximos meses.
Ramírez, a diferencia de los otros dos y de la posición oficial de Opción Ciudadana, no apoya los acuerdos con las Farc y es afín al uribismo y, sobre todo, al exprocurador anulado Alejandro Ordóñez. De ahí que sea muy posible que los votos de sus feligreses se vayan hacia ese lado.
El partido, sin embargo, no tiene un norte claro, admite Rocha, y por estos días están definiendo a qué apuntarle el año entrante. “Nos han buscado para hacer una alianza de la Unidad Nacional para derrotar al uribismo y a Germán Vargas Lleras, pero no estamos en eso y no hemos definido nada”, agregó.
“Bogotá ha sido una plaza dura para nosotros. Hay un concejal (Juan Carlos Flórez) que ha hecho una tarea importante, pero construir una lista a la Cámara en la ciudad no es fácil”, admite el presidente de la Alianza Social Independiente (ASI), Alonso Tobón.
En Bogotá este partido, que nació en 1991 como Alianza Social Indígena para reivindicar los derechos de esas comunidades y es más fuerte en municipios periféricos, solo tiene 1 de sus 775 concejales.
Flórez, el tercer concejal más votado de Bogotá con 33 mil votos, lleva dos periodos en su curul, mientras la lista al Concejo pasó de de 34 mil a 49 mil votos entre 2011 y 2015.
En la Cámara por Bogotá la ASI no se han medido, y para hacerlo en 2018 buscan la posibilidad de integrar una lista en coalición (algo que depende de que el Congreso apruebe una reforma en ese sentido).
Sí es probable que apoyen un candidato presidencial que respalde los acuerdos de paz, y en esa baraja entran desde Clara López hasta Gustavo Petro, pasando por Sergio Fajardo, le dijo Tobón a La Silla Cachaca.
La Silla intentó comunicarse con el concejal Flórez para conocer si piensa apoyar a algún candidato el año entrante, pero no fue posible ni directamente ni por medio de un asesor. Hasta el cierre de esta historia no había respondido.
Comentarios (1)
Henry Castro Gerardino
Ingeniero Civil
19 de Julio
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No soy miembro de ese partido y no daría mi voto por ese grupo, pero por este...+ ver más
No soy miembro de ese partido y no daría mi voto por ese grupo, pero por este concejal tengo sentimientos de admiración. Trabajador, ponderado, tranquilo, analítico, coherente, respetuoso, me inclinan a votar por él, total reune las condiciones y habilidades que considero necesarias para un buen concejal. Alguna vez comparó al concejo con la Junta Directiva de una gran empresa y acertó