Sube tensión en el Meta
Esta semana dos hechos marcaron la agenda de orden público en el Meta.
El viernes se conoció que la disidencia de alias 'Gentil Duarte' estaría planeando un atentado contra el gobernador, Juan Guillermo Zuluaga, por las acciones que está adelantando contra el narcotráfico y la deforestación.
Aún no se conocen detalles, pero lo que se sabe del informe de inteligencia que fue entregado al ministro de Defensa, Carlos Holmes, es que la disidencia comandada por Duarte (quien fue uno de los primeros disidentes de las Farc) estaría buscando sicarios en Medellín y Cali para atentar contra su vida.
La segunda está metida en un cruce de versiones y tiene que ver con la presencia de pelotones del Ejército para erradicar forzosamente cultivos ilícitos en zona rural del municipios de Vista Hermosa.
Desde ayer, el partido Farc, empezó a denunciar en su cuenta de Twitter que el Ejército presuntamente estaría abusando de la fuerza para despejar a los campesinos que se oponen y que incluso por algunas horas estuvieron retenidos 50 habitantes de la vereda.
Como luego se empezaron a escuchar explosiones y disparos la tensión aumentó.
Según las versión del Ejército fueron atacados por la disidencia de Duarte, que tiene el control del narcotráfico en la zona e instrumentaliza a campesinos para que se opongan a la erradicación.
El saldo del enfrentamiento fueron tres soldados y un civil herido.
Según las versiones que se han conocido de los habitantes, se están oponiendo a que les erradiquen las matas porque no tienen otra forma de sostenerse, y quieren entrar a un plan de sustitución.
Ese último escenario se ha repetido, como contamos, en varias regiones cocaleras de país, dado que el gobierno de Iván Duque suspendió la implementación del Pnis -programa de transición de cultivos que estaba incluido en el Acuerdo de La Habana-.
Solo hasta hace tres semanas el consejero Emilio Archila presentó su estrategia para las 100 mil familias cocaleras que quedaron por fuera de la iniciativa del Acuerdo, y que están oponiéndose a que las erradiquen.
Un periodista también denunció que el Ejército lo había amenazado acusándolo de ser de "la guerrilla".
Hasta el medio día se reportó que no existían asonadas en la zona de los enfrentamientos, pero la tensión sigue.