A través de un comunicado de la Cancillería, el gobierno de Gustavo Petro condenó el intento de toma del poder por parte de un grupo de militares que desde inicios de la tarde acordonan la casa de gobierno en La Paz, capital de Bolivia.

Dice que estos hechos “amenazan con la ruptura del orden constitucional en ese país y atentan de manera directa contra la democracia y la estabilidad de la región”.

Colombia mostró su respaldo al gobierno de Luis Arce y exigió el restablecimiento de las vías institucionales y el respeto de los derechos humanos.

¿Qué está pasando en Bolivia? Resulta que esta tarde tanto Arce como el expresidente Evo Morales alertaron de movimientos inusuales de un grupo de militares, liderados por Juan José Zúñiga, un general del Ejército que fue retirado ayer de su cargo.

Hace minutos, Arce, junto a su gabinete ministerial, dio una declaración alertando a la comunidad internacional sobre el “intento de golpe de Estado” al que está siendo sometido su país.

El presidente Petro, a su turno, ordenó a la embajada colombiana en La Paz “otorgar refugio a los perseguidos”.

“No habrá ninguna relación diplomática de Colombia con la dictadura”, advirtió. “Un golpe antidemocrático se enfrenta con la movilización generalizada del pueblo”.

Los presidentes de Chile, Paraguay, Honduras, Venezuela y España también ya rechazaron la situación en el país suramericano.