El 21 de febrero pasado, justo antes de anunciar los nombres de los nuevos directores del Banco de la República, nuestro presidente, Juan Manuel Santos, enfrentó dos de los dilemas más grandes de su vida: ¿cómo demonios se escribe “Maiguashca”? ¿De dónde salió ese apellido tan raro “Meisel”, cómo es que se deletrea esa vaina?

No sé bien cómo llegó a suceder lo siguiente, así que voy a hacer -como sé que algunos de mis colegas hacen- e hilaré fino el resto de la historia. Porque aquí, con la información que ya tenemos, podemos suponer que Santos, apremiado por otros asuntos de los cuales ya todos tenemos noticia y probablemente por una invitación a jugar WordCrack, decidió no sufrir más por esta indecisión y dejó que el autocorrector de su teléfono se encargara de la ortografía y que fuera lo que fuera.

Este fue el resultado:

RT @juanmansantos: Los nuevos directores del Banco de la República serán Ana Fernanda Maihuasca y Adolfo Meiizel.

— Paola Casallas (@paocasallas) 21 de febrero de 2013

Tengo que poner un retweet porque Santos borró su tweet original y más tarde ese mismo día escribió uno con los nombres correctos de los recién nombrados funcionarios:

Los nuevos directores del Banco de la República serán Ana Fernanda Maiguashca y Adolfo Meisel.

— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 21 de febrero de 2013

Pero, por supuesto, la mayoría de medios querían quedarse con la primicia (que ya había salido por todas partes en twitter) y apenas Santos publicó el primer trino, community managers a lo largo y ancho de la patria corrieron a sus teléfonos y portátiles para reportar que dos personas ahí de apellido raro habían conseguido puesto en un banco:

Ana Fernanda Maihuasca y Adolfo Meiizel, nuevos directores del @bancorepublica bit.ly/ZjtHdD

— Portafolio (@Portafolioco) 21 de febrero de 2013

Presidente @juanmansantos anuncia que nuevos codirectores del Banco de la República serán Ana Fernanda Maihuasca y Adolfo Meiizel

— Radio Nacional Col (@RadioNacionalCO) 21 de febrero de 2013

Los nuevos directores del Banco de la República serán Ana Fernanda Maihuasca y Adolfo Meiizel confirma el Presidente @juanmansantos

— RCN La Radio (@rcnlaradio) 21 de febrero de 2013

El presidente Santos anunció que los nuevos directores del Banco de la República serán Ana Fernanda Maihuasca y Adolfo Meiizel.

— RCN Noticias (@NoticiasRCN) 21 de febrero de 2013

Digamos que, a pesar de que ambas personas no son nuevas en la vida pública, ni sus apellidos desconocidos, está bien que los medios tuvieran afán, que sus CM no fueran muy duchos en el panorama de apellidos raros de la política pública nacional, digamos que les podríamos perdonar eso. Pero, ¿no podrían admitir que se equivocaron y corregir los nombres en sus notas?

En algunos casos, como los de El Colombiano, La W, Minuto 30 y El Tiempo la respuesta a esa pregunta fue algo como: “Sí, pero no”, porque corrigieron unos apellidos, pero no otros y quedaron peor parados. ¿Cómo es que los periodistas deportivos suelen escribir bien “Leichtweis”, el apellido del delantero paraguayo del Deportes Tolima (y a pesar de que nadie en Colombia sabe cómo se pronuncia), pero no podemos con un simple “Meisel”?

Es cierto que Maiguashca” es mucho más difícil de escribir bien. Pero siempre podrían revisar. Yo siempre reviso la base de datos del Quién es Quién, aunque esto es en gran parte debido a que le entregué sangre, sudor y muchas horas de modorra verificando nombres y cuanta cosa hubiera.

Pero también está Wikipedia, una llamada de teléfono, una rápida búsqueda en internet, qué sé yo. Esta vez, la pereza, el afán, o los dos, terminaron sólo en unos nombres mal escritos. Pero si ni siquiera un par de apellidos podemos poner bien, ¿qué nos espera para lo demás? 

¿Cada vez que Santos diga algo vamos a reproducirlo sin cuestionarlo? ¿Nos convertimos acaso en una gran red de jefes de prensa?

Claro que no. Puede ser que algún día, por ese afán, saquemos las cosas de contexto y convirtamos un chiste malo y de mal gusto dicho en una rueda de prensa en un debate nacional sobre el chiste malo: además de ser los jefes de prensa de algunos, somos los reduccionistas al meme de otros.