El Premio Simón Bolívar lleva treinta y cinco años reconociendo los mejores trabajos periodísticos en prensa, televisión, radio, y desde 2008, internet. A pesar de su prestigio entre el nicho de periodistas, el premio deja ver sus guardados cuando se lo mira de cerca.

Para empezar, las categorías han cambiado con el tiempo sin mucha explicación. En 1976, por ejemplo, el medio “prensa” tenía 5 categorías: serie periodística, trabajo histórico, reportaje o crónica, trabajo gráfico y trabajo económico. Para 1982, el premio iba en 17 categorías, que incluían mejor trabajo deportivo, mejor análisis de una noticia (sea lo que sea que eso significara) y mejor caricatura. En los siguientes años el número de premios entregados en prensa ha oscilado entre ocho y catorce, las categorías han muerto, renacido y vuelto a morir. Ni idea la razón.

Por otro lado, las categorías premiadas han mutado más que el virus de la gripa. En “opinión” se ha premiado la mejor columna en algunos años, y en otros, al mejor columnista. La categoría “reportaje” ha ido sola (1995), mezclada con “crónica” (1990) y algunas veces con “investigación” y “análisis” (1997).  Otra curiosidad son los premios golondrina que,  como el premio al empresario del año o mejor columnista económico, aparecen y mueren sin dejar rastro.  El primero fue entregado en dos oportunidades: en 2007 a Luis Fernando Santos de El Tiempo  y en el 2008 –como para equilibrar- a Gonzalo Córdoba de El Espectador. El segundo, fue entregado solo en 1987 a Carlos Caballero Argaez. Y se me olvidaba, en 1990 se entregó –por única vez- el premio de “periodismo moderno” a Felipe López de la Revista Semana.  Veleidades de la aseguradora supone uno.

En la distribución de premios, no hay sorpresas: El Tiempo, El Espectador y Semana puntean de lejos. Lo curioso empieza a aparecer cuando se desagregan los datos. El líder en deportes es El Heraldo con seis. De esos seis, cinco, fueron entregados a Fabio Poveda que es, a su vez, el periodista de prensa con mayor número de premios (podríamos decir que es el mejor periodista colombiano si usamos el Simón Bolívar como criterio de calidad periodística). Otra cosa curiosa aparece en la categoría  “caricatura”. En esta, el periódico más galardonado es El Espectador (11), seguido de Semana (5) y El País (3). Burlarse de los poderosos no está en las prioridades de El Tiempo.

El Premio es también un buen lugar para que las feministas empiecen el lobby para una acción afirmativa. El 79% de los Simón Bolívar en Prensa han ido a parar a manos de hombres, y en la categoría opinión, sólo el 18% ha sido otorgado a mujeres. La cosa cambia cuando nos vamos a la categoría “crónica”, en donde las mujeres casi alcanzan a los hombres (42% contra 58%). Según los datos, las mujeres no son muy buenas caricaturistas, es más, son pésimas (sólo dos mujeres han ganado en 35 años un premio en esta categoría).

Es probable que en los otros medios que premia el Simón Bolívar haya  pequeñas curiosidades. Para el que quiera jugar, aquí está la base y unas visualizaciones con los ganadores de prensa: