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OCURRIÓ ASÍ -
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Morir lejos
Harold posa en la primera fila de un concierto, con los brazos cruzados y el pelo negro cuidadosamente peinado hacia atrás. Harold sonríe orgulloso en otra fotografía con una esbelta presentadora de televisión en los alrededores de una piscina. Harold aparece retratado en una tienda con un sombrero vueltiao y sus dos dedos morenos y gruesos señalando a quien le toma la foto. Harold, bajo y fornido, balanceándose sobre las piedras de un río, sonríe para la cámara. Harold, como seña personal, aparece en muchas de sus fotografías con cadenas brillantes colgando de su cuello y usando gafas de sol, a veces oscuras, a veces claras. Y ahora Harold, desde la noche del sábado 4 de abril, como en una fotografía definitiva, cerró sus achinados ojos para siempre.
Esa noche pasadas las 9, un grupo de muchachos, Harold entre ellos, hizo una vaca para comprar una botella de aguardiente en la “Oficina Vallenata”, un bar del barrio Costa Rica, en Suba. Si Harold dio los mil pesos que faltaban o si se negó y si lo hizo por la razón que fuera, lo cierto es que, “por eso”, otro hombre que formaba parte del grupo pero que no era su amigo lo apuñaló tres veces en el pecho.
Los amigos de Harold corrieron tras el agresor y le pegaron hasta que llegó la policía y lo salvó de una golpiza mayor.
El reporte oficial dice que Jesús David Noriega Mendoza, de 31 años, atacó a Harold de Jesús Ealo Burgos, de 26. Noriega Mendoza fue capturado esa noche, aceptó luego los cargos por homicidio agravado en la primera audiencia judicial y espera ahora en la Cárcel Nacional Modelo el desenlace de su caso.
Harold vivía hacía tres años en Bogotá. Antes de quedarse sin empleo trabajó con dos hermanos en una empresa que instala sistemas de seguridad. Tenía tres hijos y estuvo por última vez con su familia en Arjona (Bolívar) en las corralejas de marzo del año pasado.
Murió en una esquina citadina, en el variopinto enclave comercial aledaño a la Oficina Vallenata ?pollos, panes, hierro?, muy lejos de las calles de su infancia y del cielo limpio de su pueblo al que tantas ganas tenía de volver.

Todas las semanas, cuenta su padre Lázaro Ealo, “decía que iba a venir, pero nunca llegó ese día, no tenía dinero para viajar”. Era un muchacho devoto, alegre, luchador, según la semblanza espontánea de sus familiares y conocidos.
Por estos días, los dueños de la Oficina Vallenata, oriundos de Barrancabermeja ?costeños de agua dulce, como ellos mismos dicen?, pintan la casa esquinera donde solía funcionar el bar. Vestida de verde y anaranjado, la casa de donde Harold salió para morir alojará ahora una verdulería.
“Nosotros abrimos pero ya no se llenaba. A la gente le dio miedo y la vaina ya no daba ni para el arriendo”, dice uno de los hermanos propietarios del negocio.
De una cantina sobre la misma calle, a media cuadra, salió Cristian Rangel hace unas semanas antes de ser acuchillado en la acera de enfrente de la Oficina Vallenata.
Este año en Suba han sido asesinados muchachos de Arjona (Bolívar), Sahagún (Córdoba), San Sebastián de Buenavista (Magdalena), y Quibdó (Chocó). De Arjona y de Sahagún y de San Sebastián de Buenavista y de Quibdó, viene, entonces, buena parte de los nuevos habitantes de Suba. Y vienen también muchos de sus nuevos muertos.
Cada vez que ocurra un asesinato en la localidad, este se ubicará en el mapa.
Jesús David Noriega Mendoza
Para: La vida
Aun nos falta que en verdad nos duela, porque el día en que quizá sintamos el dolor, de sensación, del no poder, no creer; quizá ese día comprenderemos que nunca debimos enterrar a nuestros muertos.
luisa
Para: la revista
ulises
Para: la familia de paul esteban bernal parra
israel riveros
Para: la familia
Isabel
Para: familiares de victimas
Orlando Diaz
Para: lucina mejia y hermanos de orangel
BRINNER RODTIGUEZ
Para: Para quienes aun estamos vivos.
Alberto
Para: Alejandro y Diego
Todo el pueblo velando a uno de los suyos, no a cualquiera, a uno muy especial. Un joven ser humano que toco mucho corazones... Diego qué dolor contaminarse de rabia, impunidad y dolor y actuar contra un inocente y vivir con eso...Paz en tu tumba Alejandro, paz en tu alma Diego, que te puedas perdonar...
Jeannette Rubiano
Para: Fiscalia y Jueces
Luis Vargas
Para: la familia de Alexander y la de Diego
antonia perez
Para: Fiscalía y jueces
Tal parece que será deber de los familiares recopilar pruebas y testimonios a fin de que este asesinato no quede impune.
Triste ver cómo la impunidad en Colombia está liderada por la pereza de tanto funcionario, quienes sólo se limitan a no complicarse ("enchicharronarse" creo que le llaman).
Yair Vera
Para: Maicol Alejandro Sarmiento
A pesar de que somos efímeros, nada justifica atentar contra la vida.
Gilberto Betancourt
Para: FAMILIA SANDRA
LEYLA
Para: Sandra Patricia
Nada podrá enmendar el crecer sin su madre.
Pensar en la labor de ser Madre, en criar seres de paz y tolerancia.
Milena Parra
Para: los familiares de las victimas
jennifer
Para: Familia de Sandra Q.E.P.D.
Maurico Mosquera
Para: familiares y amigos
un abrazo solidario
Edgar
Para: Sandra Rodríguez
señora sandra,des afortunadamente no eta va en la casa , cuando ocurrieron
los hechos.Dios proteja a los niños que siempre los llevo en mi corazón.a
ese señor que le caiga el todo el peso de la ley, que este caso no sea los
que se archiven, o que quede en la impunidad
gloria naizaque
Para: Familiares de Sandra
Mireya soto
Para: Los familiares de Sandra
Un abrazo,
Astrid
Astrid Salamanca Rahin
Para: la familia de Sandra.
Siendo hombre siento una profunda pena, por este tipo de hechos.
Edward
Para: Todos
Lo siento
Daniel
Para: La familia de Sandra Rodríguez
CECILIA
Para: Todos
Angélica
Para: la familia de Nelson
magaly
Para: Todos
Mi mas sentido pésame por su perdida
alber
Para: Todos
Daniel
Para: Jose Rafael Contreras
Miguel
Para: Todos
Lo siento mucho
lorena