Por José Ignacio López (@JoseILopez)
Hay varios signos inequívocos de que se acerca la navidad: la reducción en el tamaño de los buñuelos, las canciones navideñas en las emisoras de radio, los apresurados árboles de navidad de los centros comerciales y la discusión del salario mínimo (gráfico 1)
Trabajadores, empresarios y gobierno se sentarán el próximo 5 de Diciembre en la mesa de diálogo de la Comisión Permanente de Negociación del Salario Mínimo con el fin de dar inicio a las negociaciones sobre el salario mínimo que regirá el próximo año. La Comisión, que en vez de llamarse permanente se debería llamar decembrina, muy probablemente no llegará a ningún acuerdo y será el gobierno que finalmente fije por decreto el nuevo salario mínimo, como en los años anteriores.
Más allá de la coyuntura, esta entrada busca discutir un reciente trabajo de Luis Eduardo Arango y Luz Flórez, investigadores del Banco de la República, que explora los factores que determinan el nivel de informalidad en las diferentes regiones de nuestro país. Los autores encuentran que una de las variables importantes para explicar la informalidad en las diferentes ciudades tiene que ver con el efecto diferenciado del salario mínimo. Arango y Flórez hacen una recomendación de política, a nombre propio y no a nombre del Banco de la República, que se desprende de sus resultados.
Dicha recomendación se basa en un régimen transitorio de aumentos diferenciales del salario mínimo por ciudades dependiendo del grado de informalidad de las mismas. La recomendación y el trabajo llegan un poco tarde para que la Comisión de Negociación del Salario Mínimo la pueda analizar con detenimiento y el gobierno intente incorporarla al ordenamiento legal, pero vale la pena discutir los resultados del trabajo de Arango y Florez, aprovechando la demanda decembrina por discusiones sobre el salario mínimo.
El tema del salario mínimo es ciertamente complejo. Esta entrada no pretender ser exhaustiva en todas las dimensiones y se centra en dos puntos. Los resultados del trabajo y la propuesta de política de Arango y Flórez y una propuesta diferente partiendo de alguno de los elementos del análisis.
El trabajo de Arango y Flórez presenta algunos hechos estilizados sobre el mercado laboral colombiano que vale la pena resumir:
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Colombia tiene una tasa de informalidad muy superior al de otros países de América Latina.
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El salario mínimo en Colombia es alto en relación a los salarios de la economía. El salario mínimo es 65% del salario del percentil 70, de acuerdo a cálculos de Arango y Flórez, y 80% del salario mediano, de acuerdo a estimativos de la OECD. (gráfico 2 y 3)
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Hay grandes diferencias regionales en la tasa de informalidad y de las brechas entre el salario mínimo y el resto de salarios. Bogotá, por ejemplo, es una ciudad con una tasa de formalidad superior al promedio nacional y tiene un diferencial entre el salario del percentil 70 y el salario mínimo superior al de otras ciudades. Ciudades como Cúcuta, Valledupar, Quibdó y Santa Marta, entre otras, tienen altos niveles de informalidad y el salario mínimo es muy cercano al salario del percentil 70.
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No hay una relación entre la tasa de desempleo de las diferentes ciudades y la heterogeneidad entre los diferenciales de salario mínimo y el salario medio (o percentil 70).
Estos hechos, y el trabajo econométrico que presentan Arango y Flórez sobre los determinantes de la informalidad, muestran en resumidas cuentas unas diferencias grandes de capital humano y de provisión de bienes públicos en las diferentes ciudades del país que se traducen en grandes diferenciales de productividad de los trabajadores. Estos diferenciales hacen que en las ciudades con baja productividad el salario mínimo nacional induce a mayor informalidad, no necesariamente desempleo, afectando las posibilidades de los participantes del mercado laboral que quedan excluidos de los beneficios de la formalidad.
La propuesta de política de Arango y Flórez es aplicar un aumento reducido del salario mínimo a las ciudades con mayores tasas de informalidad. Así por ejemplo, si el salario mínimo de las ciudades con menos informalidad se incrementa 5%, las ciudades con mayores tasa de informalidad deberían tener un aumento inferior de 1.5% (equivalente al 30% del aumento de las ciudades con baja informalidad). Arango y Flórez propone que estos aumentos diferenciales ocurran en un período de 6 años y posteriormente el salario mínimo tenga el mismo ritmo de incremento en todas las ciudades.
La propuesta es interesante y vale la pena discutirla (más allá de los cambios jurídicos que tendrían que ocurrir para que fuera viable). Hay varias preocupaciones que se desprenden de la propuesta. Una tiene que ver con que el nuevo esquema no induzca a un aumento excesivo del salario mínimo de las ciudades con menos informalidad, ejemplo Bogotá, Manizales y Medellín. Otra tiene que ver con diferenciales de inflación a nivel de ciudad. Incrementos del salario mínimo nacional tienen en cuenta la inflación y la meta de inflación nacional. En el caso de salario mínimo por ciudades sería necesario tener en cuenta choques de inflación regionales.
Adicionalmente, hay otros aspectos que vale la pena analizar. El salario mínimo regional debería tener un efecto positivo en el corto plazo: firmas en las ciudades más informales tendrían más incentivos a contratar empleados formales. No obstante en el largo plazo, el flujo de trabajadores y firmas podrían hacer que ciudades que no tengan suficiente producción de bienes públicos atraigan firmas que sólo buscan una reducción de sus costos laborales. Si la formalidad aumenta y con ellas el recaudo y la provisión de bienes públicos, esto no sería un problema. Pero si la falta de provisión de bienes públicos se da por problemas de institucionalidad, el aumento de firmas en regiones de poca productividad tendría consecuencias negativas para la productividad agregada del país (una asignación ineficiente de producción en regiones poco productivas). Adicionalmente, podría ser que las ciudades que lo hagan mejor en términos de aumentar la productividad e inducir a la formalidad tengan un freno por cuenta de un salario mínimo más alto.
Por estas razones, vale la pena discutir propuestas alternativas. Una en concreto es tener un salario mínimo inferior para jóvenes (18-25 años) con una duración temporal (2 o 3 años, máximo). Un salario mínimo inferior para jóvenes podría inducir a mayor empleo y a que los jóvenes dentro de las firmas formales acumulen más capital humano de tal forma que una vez tengan más edad mejoren sus perspectivas laborales y escapen a la informalidad. La ventaja de una propuesta de esta naturaleza es que no genera distorsiones geográficas, pero si puede ser útil para las ciudades o regiones con más informalidad. Una de sus desventaja es ques sus efectos son de largo plazo, dado que no ataca el problema de informalidad de personas mayores que hoy en día están en la informalidad (sin mencionar los retos de implementación que en cualquiera de las dos propuestas son importantes)
Un trabajo reciente para Suecia (Saez, E, B Schoefer, and D Seim,2017) mostró los beneficios de una reducción en los impuestos laborales de la población joven en términos empleo. Una combinación de salarios mínimos e impuestos laborales inferiores para jóvenes podría ser una receta para atacar la informalidad laboral de nuestro país.
Habrá que esperar a ver si la propuesta de Arango y Flórez, o alguna diferente como lo que aquí hago, sobrevive el fervor decembrino y no queda guardada con los adornos navideños en los primeros días de enero.
Gráficos y referencias
Gráfico 1
Fuente: Google Trends
Gráfico 2. Salario mínimo como proporción del salario
Fuente: Tomado de Arango y Flórez (2017). Informalidad laboral y elementos para un salario mínimo diferencial por regiones en Colombia. Borradores de Economía Banco de la República Número 1023.
Gráfico 3. Salario mínimo relativo al salario mediano ( comparación con otros países, 2015)
Fuente: OECD. Tomado de Arango y Flórez (2017).
Referencias.
Arango y Flórez (2017). Informalidad laboral y elementos para un salario mínimo diferencial por regiones en Colombia. Borradores de Economía Banco de la República Número 1023.
Saez, E, B Schoefer, and D Seim (2017), “Payroll Taxes, Firm Behavior, and Rent Sharing: Evidence from a Young Workers' Tax Cut in Sweden”, CEPR Discussion Paper No. 12391.
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Comentarios (9)
Andres Felipe Garcia Rovira
Profesor Universitario
27 de Noviembre
2 Seguidores
La productividad marginal de los trabajadores es muy baja, porque no tenemos b...+ ver más
La productividad marginal de los trabajadores es muy baja, porque no tenemos bienes publicos ni desde el punto de vista institucional ni de infraestructura y realmente tenemos un equilibrio de pareto por lo bajo, donde los sindicatos y trabajadores del sector oficial pelean por sus prebendas a cambio de sacrificar la economia productiva, asi que al final todo esto es saludo a la bandera
Blogoeconomia
Profesores de la Universidad de los Andes
29 de Noviembre
75 Seguidores
Es cierto que el principal problema es la baja productividad. No obstante la d...+ ver más
Es cierto que el principal problema es la baja productividad. No obstante la discusión del salario mínimo se debe enmarcar en que aporta el salario mínimo. No podemos pretender solucionar todos los problemas del país con un solo instrumento. La pregunta es: podemos en el margen mejorar el diseño del salario mínimo como mecanismo de protección de los trabajadores? Saludos.
Andres Felipe Garcia Rovira
Profesor Universitario
29 de Noviembre
2 Seguidores
El SMLV genera un efecto piso que crea un sistema de castas, se parece a la no...+ ver más
El SMLV genera un efecto piso que crea un sistema de castas, se parece a la noche de los lapices cuando el protagonista celebra que lo van a mandar a prision, con los parafiscales, prestaciones y la legislación laboral, los acuerdos informales son los que prevalecen, si lo quitamos nos diriamos la verdad y se podria estructurar un esquema que sea mas balanceado, pero no va a pasar ecopol0
Ramza
Opinador de oficio
28 de Noviembre
623 Seguidores
Lo que eso significa no es que el salario mínimo sea muy alto, sino que el salario mediano es muy bajo. Uno puede ser profesional e igual sale a ganarse (con suerte) 1.2 o 1.5m, muchas veces por prestación de servicios.En esos casos, ¿dónde quedan los salarios de Técnicos y Tecnólogos? Bordeando el mínimo (800, 1m, 1.2m por mucho).
Lo que eso significa no es que el salario mínimo sea muy alto, sino que el salario mediano es muy bajo. Uno puede ser profesional e igual sale a ganarse (con suerte) 1.2 o 1.5m, muchas veces por prestación de servicios.En esos casos, ¿dónde quedan los salarios de Técnicos y Tecnólogos? Bordeando el mínimo (800, 1m, 1.2m por mucho).
Andres Felipe Garcia Rovira
Profesor Universitario
28 de Noviembre
2 Seguidores
Un enano y un gigante se encontraron una vez, el enano se empinaba en la punta...+ ver más
Un enano y un gigante se encontraron una vez, el enano se empinaba en la punta de los pies, el gigante se agachaba hasta mas no poder. El pib per capita esta cerca del salario medio, que esta cerca del salario minimo, lo
Blogoeconomia
Profesores de la Universidad de los Andes
29 de Noviembre
75 Seguidores
Decir que uno es alto o el otro es bajo es una discusión de punto de referen...+ ver más
Decir que uno es alto o el otro es bajo es una discusión de punto de referencia. El tema es que salario mediano (o el del percentil 70) son de mercado mientras el mínimo es impuesto por regulación. Y lo que muestra el trabajo de Arango y Florez es que ciertamente mientras más cercano es el mínimo al salario mediano hay más informalidad, a nivel de ciudad. Saludos
Ramza
Opinador de oficio
05 de Diciembre
623 Seguidores
¿Eso podría ser un reflejo de que cuando el salario mediano es muy bajo la plata no alcanza y la gente prefiere irse a la informalidad?Tiene razón con lo del punto de referencia. Creo que uno útil podría ser el costo de la canasta familiar en la ciudad/municipio, eso también ayudaría a entender dinámicas de informalidad. Hace falta ver la ganancia media de los informales.
¿Eso podría ser un reflejo de que cuando el salario mediano es muy bajo la plata no alcanza y la gente prefiere irse a la informalidad?Tiene razón con lo del punto de referencia. Creo que uno útil podría ser el costo de la canasta familiar en la ciudad/municipio, eso también ayudaría a entender dinámicas de informalidad. Hace falta ver la ganancia media de los informales.
Juan M. Trillos G.
Ingeniero
01 de Diciembre
0 Seguidores
Tanto en el artículo, como en los comentarios falta lo obvio. A mi juicio, un...+ ver más
Tanto en el artículo, como en los comentarios falta lo obvio. A mi juicio, un salario diferencial lo único que generaría sería despalzamientos poblacionales de regiones de bajo salario mínimo a poblaciones de mejor salario mínimo, agravando el problema en dichas ciudades
Blogoeconomia
Profesores de la Universidad de los Andes
05 de Diciembre
75 Seguidores
El artículo no discute flujos de gente, porque si bien son importantes, no s...+ ver más
El artículo no discute flujos de gente, porque si bien son importantes, no son obvios. Su afirmación no es obvia: ciudades con salarios minimos más altos, en el caso de implementarse, son más caras. Una cosa es el salario nominal y el otro real. Por tanto la predicción de flujos es más compleja y depende de esos dos elementos, más el elemento de probabilida de empleo.