Hay miles de candidatos con investigaciones por delitos graves, otros comprometidos con organizaciones delictivas, algunos son familiares de mafiosos o vienen de largas líneas de mando dedicadas a saquear el Estado.
Los candidatos con vínculos con delincuentes o contratistas deberían ser excluidos de los partidos; es claro. ¿Qué pasa con los candidatos con vínculos familiares con esos mismos criminales y contratistas?
El Partido Conservador vive la crisis moral más profunda que haya conocido su ya larga historia y a pesar de eso, tiene la audacia de presentarse como el portador de los valores morales de los colombianos, presentando proyectos donde se juega la posición de la sociedad frente a temas de realidad moderna: el aborto, los gays y el uso de drogas.
La unión del Partido Verde al gobierno muestra lo que ya es evidente para muchos; Santos le gusta más a quienes no votaron por él que a quienes lo eligieron.