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Un festival como el de los Talones Alados en Barrancabermeja y el festival de La Tigra en Piedecuesta va a poner a hablar primero a toda Colombia sobre el tema, y en unos años a toda Latinoamérica. Kurt Cobain decía “se ríen de mí porque soy diferente. Yo me río de ellos porque son todos iguales”, así son estos festivales: ¡diferentes!

¿Cómo empezar? Toca con Edson Velandia, el vocalista líder de la banda Velandia y La Tigra, él fue quien puso la semilla en Santander de los festivales de rock, pop, rasqa, indie tropical, póngale el nombre que quiera. Lo único que es claro es que no es vallenato ni merengue, y la verdad no tengo nada en contra de esos dos géneros, me sé de memoria “tú eres la reina” de Diomedes por culpa de Álvaro Murcia (uno de mis mejores amigos del colegio). Eso se lo debo a que en 1997 en Barrancabermeja, los viernes en la tarde íbamos a una tienda de discos abajo del edificio SuperEstrellas que queda en el centro, el más alto de la ciudad en ese entonces (tiene sólo 13 pisos), para nosotros era grande, y mientras comprábamos Stone Temple Pilots, Nirvana, Caifanes, Guns N’ Roses, 1280 Almas, Murcia se rebeló y dijo “así nunca vamos a tener novia, a mí me gusta el vallenato”, y compró varios cds de Diomedes Díaz. Esa noche, con amigas del colegio, nos fuimos a escuchar Diomedes, yo me quedé con esa canción y la bailé. Aprendimos a bailar con eso y Rikarena, el caso es que eso no lo es todo.

Una de las cosas que hizo el punk fue expresar “las realidades del terror urbano y del fascismo represivo del periodo posterior a la guerra de Vietnam” (Graham, 2014, pág. 88). En una madrugada de junio de 2016, se reunieron en Rock Bar, una especie de CBGB de Nueva York pero en Barrancabermeja,

Óscar Sampayo […] que han dejado la piel vigilando y protegiendo los derechos fundamentales de los campesinos [y] entre la gente, se abrieron paso hasta llegar hasta la tarima en donde se encontraba Velandia. Media hora les bastó para convencerlo, a las tres de la mañana, de desplazarse 33 kilómetros por la vía a Bucaramanga hasta llegar a la vereda La Lizama del corregimiento La Fortuna del departamento de Santander”(Gallo, 2016).

Es en ese lugar fue donde Edson Velandia y Óscar Sampayo se inventaron “Música Pinga en la Minga”, el primer festival de indie tropical que se hacía en Santander, y el sábado 11 de junio llegaron las Avispas Africanas, el León Pardo, Jeison Neutra y muchos más, ahí en La Lizama, Santander, en la mitad de la nada (casi como en Indio, California). Tocaron delante de los campesinos, de los obreros, de los jóvenes, de los jóvenes adultos, y de personas grandes que arribaron de Barrancabermeja y Bucaramanga, hasta que llegó el Esmad y se tiró todo.

Pero nada iba a terminar en esa región del Magdalena Medio, Velandia no se quedó quieto y en enero de 2017 nos sorprendió con el Festival de La Tigra y parte de su manifiesto que dice:

Somos colegas. Lo de nosotros es creativo y hedonista, es colectivo y colaborativo. Es proceso. Creemos que la ciudad necesita escucharse a través de sus músicos y celebrarse por medio de sus propios rituales…”

Tocaron los pastusos de Acid Yesit con su metal campesino, llegó Ezequiel Borra de Argentina, apareció Dj Trucha y remató Velandia y la Tigra. Y sobre el Festival de La Tigra, el francés Benjamín Calais, que con su Matik Matik es uno de los más serios críticos y exponentes de la música alternativa de Colombia, se refirió diciendo: “magnífico festival, una belleza de programación, muy diversa, muy chévere ver bandas tan diversas en un mismo espacio”.

¿Esto fue todo? NO. A Jeison Neutra y Na Morales, que estuvieron cantando en Piedecuesta en enero con La Tigra les quedó sonando el festival, no podían dormir, hablaban, y se dijeron entre ellos: “hagamos un festival en el Magdalena Medio santandereano, nadie lo ha hecho”, y se miraron los bolsillos, “será difícil, pero hay empresas, toquemos puertas”, apareció más gente, y llegó el Festival de los Talones Alados, que será el 14 y 15 de julio. Llegan Tres y Yo, una banda que acaba de tocar en el Rock al Parque, Edson Velandia con el karateka, el León Pardo y su cumbia ácida, Aguas Claras & Brothers y su tropical rock, Ryan Tennis y su afro-caribbean, y muchos más. 

Fabián Páez y Pilar Rendón de la revista Shock afirmaban hace un par de años acerca de Rock al Parque rolo “en Colombia tenemos el festival de rock al aire libre gratuito más importante que existe en Latinoamérica, y es de las pocas cosas que podemos decir que de verdad es nuestra.

En Santander no tenemos nada de eso, hasta ahora. Un festival Vallenato puede que sea chévere, pero eso no nos va a poner en algún sitio musical, para eso está el festival de Valledupar. No tenemos algún Museo de Arte Moderno interesante, el de Bucaramanga es bastante limitado, y en Barrancabermeja el Museo del Petróleo se la pasa mucho tiempo cerrado. Pero un festival como el de los Talones Alados en Barrancabermeja y el festival de La Tigra en Piedecuesta va a poner a hablar primero a toda Colombia sobre el tema, y en unos años a toda Latinoamérica. Kurt Cobain decía “se ríen de mí porque soy diferente. Yo me río de ellos porque son todos iguales”, así son estos festivales: ¡diferentes!

@asampayo

Gallo, I. (9 de Junio de 2016). Música Pinga en la Minga: el festival de rock que apoyará al Paro Agrario. Obtenido de https://www.las2orillas.co/musica-pinga-en-la-minga-el-festival-de-rock-que-apoyara-al-paro-agrario/

Graham, D. (2014). Rock, es mi religión. México: Alias

 

 

Es estudiante del doctorado en estudios políticos e internacionales de la Universidad del Rosario. Ha sido profesor de cátedra en la Universidad del Rosario y la Universidad Nacional-sede Bogotá y asesor del Departamento Nacional de Planeación, el Ministerio de Agricultura y la Alcaldía de Barrancabermeja....