Adrián Restrepo, investigador y docente en la UdeA.
Adrián Restrepo, investigador y docente en la UdeA.

El Comisionado de Paz, Otty Patiño, en abril de 2024, intervino en el Consejo Nacional de Paz, instancia consultiva del gobierno para las políticas de paz. En esa intervención señaló que la crisis del proceso de negociación entre el gobierno y el ELN obedecía a “que ellos tienen una crisis de conducción. Su último mandato lo tuvieron en el 2015 o 2016, con el 5º Congreso. Desde entonces ha transcurrido mucho tiempo, y sobre todo han pasado muchas cosas”.

Las cosas que enlistó el Comisionado daban a entender que la realidad mundial y nacional había cambiado y que el ELN “no ha tenido tiempo para afrontar estas nuevas realidades”. Por ello, consideraba era necesario que esa guerrilla hiciera “su 6º Congreso y nos vemos en la decisión que ustedes tengan. Si adoptan un camino de construcción de paz, negociamos la transición hacia la paz, que sería lo que se puede negociar; porque la convicción de que la paz es lo que debemos hacer ahora, no se negocia. Esa convicción, ese mandato, se tiene o no se tiene”. 

En efecto, el ELN realizó su congreso y emitió un comunicado dando a conocer algunas de sus decisiones. Un comunicado de tres páginas, donde la mayor parte exaltan el espíritu revolucionario que supuestamente florece en el mundo para resolver la crisis de pugna por el poder. En esa confrontación Colombia no está exenta de “las luchas masivas del pueblo por conquistar los cambios para la sociedad”. Resultado de esas luchas logró la Presidencia Gustavo Petro, pero “las reformas propuestas han sido bloqueadas por los grupos de poder económico y político que son hegemónicos en el régimen y el Estado”. 

Tal bloqueo, según los elenos, “son la reafirmación que sólo la lucha y movilización creciente de las masas, de sus organizaciones será la que abrirá el verdadero camino para las transformaciones que las mayorías de Colombia reclaman”. En consecuencia, esta guerrilla reafirma su compromiso con la búsqueda de las transformaciones. Y en esa perspectiva, ratificó, en su mayoría, a la Dirección Nacional y a sus tres primeros comandantes.

La alusión a la paz y al proceso que lleva con el gobierno aparece de manera marginal al final del comunicado: “El Congreso reafirma su voluntad de paz y su compromiso para cumplir lo acordado en la Mesa de diálogos con el Gobierno”. Sin embargo, el cierre del pronunciamiento sugiere que la paz y las transformaciones no saldrán de la mesa sino de un Gran Acuerdo Nacional y de un posible proceso constituyente.  

La respuesta de la delegación negociadora del gobierno fue un corto y escueto comunicado en el cual dice que registra con optimismo la reafirmación de la voluntad de paz y de cumplimiento de los acuerdos suscritos con el ELN. ¿Compartirá tal optimismo el Comisionado Otty Patiño? 

Tal vez la respuesta sea no, porque, si retomamos la reflexión realizada por el Comisionado en su intervención en el Consejo Nacional de Paz, no logra apreciarse en el comunicado del ELN lo que para Patiño es una condición: la convicción de que la paz es lo que debemos hacer ahora, un mandato. Lo que menos puede leerse ni inferirse del pronunciamiento de ELN es esa convicción ni mucho menos que el resultado de su congreso haya sido un mandato para jugársela por la paz. 

Ellos “ratifican” y “reafirman” su postura, y con ella su comandancia. Los cambios que está viviendo el mundo y el país no los lleva a concluir que la revolución armada sea innecesaria. Por el contrario, “sólo la lucha y movilización creciente de las masas” son la solución. De hecho, el comunicado lo cierran afirmando su “compromiso y certeza en la victoria popular”, la victoria, no la paz.

Si eso es así ¿para qué continúa el ELN en la mesa de negociaciones? Una posible respuesta la podemos encontrar también en la intervención del Comisionado de paz ante el Consejo Nacional de Paz. Al final de la intervención dijo Otty Patiño que este gobierno es una oportunidad que los grupos armados deberían aprovechar para hacer la paz. Y agregó que, sin embargo, “algunos” sostienen de manera “absurda” que este gobierno de izquierda va a pasar y llegará un gobierno de derecha que los va a legitimar como vanguardia de la lucha revolucionaria para hacer una insurrección armada. 

Aunque esta reflexión no fue dirigida con nombre propio, conviene recordar que Patiño estuvo al frente de la delegación negociadora del gobierno en la mesa con el ELN.  Mantenerse en la mesa para acumular fuerzas (cese al fuego), recuperar legitimidad y esperar el momento revolucionario, para ahí sí, hacer una insurrección armada. Si realmente ese es el cálculo después del sexto congreso, entonces no habrá mayores avances en la mesa de negociación durante el tiempo que le queda al gobierno de la paz ¿total?

Es investigador y docente en el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia en Medellín. Allí coordina la línea de investigación en gobernabilidad, fuentes de riqueza y territorios. Es profesional en trabajo social, estudió una maestría en ciencia politíca y se doctoró en...