Abogado externadista de origen liberal, fue subdirector de Adpostal entre 1991 y 1994, y director de la CAR entre ese año y 2000. En esa época conoció a Petro, quien como Representante a la Cámara por Bogotá se empezó a interesar por asuntos ambientales.

Renunció a la CAR para lanzarse a la Gobernación de Cundinamarca como liberal, pero perdió frente a Álvaro Cruz, de quien se convirtió en opositor. En esa ocasión tuvo el apoyo de Petro y de Navarro, y también de Germán Vargas Lleras y de Rafael Pardo.

Fue candidato del Polo al Concejo en 2003 y a la Personería Distrital en 2007, cuando se supo que había sido sancionado por la Procuraduría como director de la CAR. Finalmente salió de la pelea, que ganó Francisco Rojas Birry.

En 2009 fue nombrado Procurador Delegado ante el Consejo de Estado, un cargo que Daniel Coronell señaló como la cuota burocrática que Petro habría ganado en esa entidad al haber votado a favor de Alejandro Ordóñez.

Como ex director de la CAR, conoce los temas de aguas y tiene experiencia administrativa, que pueden ayudar a que Petro defina el futuro de la empresa, especialmente cuando ha propuesto su fusión con la ETB y la EEB y, a la vez, se ha comprometido a entregar agua gratuita a los bogotanos, empezando por el estrato 1.

Al llegar a la alcaldía de Bogotá, gustavo Petro lo nombró director de la EAAB. En ese cargo Bravo primero frenteó la polémica decisión de no venderle agua en bloque a municipios vecinos de Bogotá y luego estuvo en el ojo del huracán en el escándalo del cambio de modelo de aseo de la ciudad, pues fue el hombre clave en el que Petro confió para sacar adelante el cambio de modelo.

Finalmente, y tras varios meses de indecisiones y negociaciones de última hora con los oepradores privados, la EAAB, a través de su filial Aguas de Bogotá, es la encargada de operar el aseo en dos de las seis zonas en las que está dividida la ciudad.

Por su manejo del cambio de modelo de aseo de Bogotá, a principios de 2013 Bravo salió de la Empresa de Acueducto de la capital.