La Silla Vacía tuvo acceso a documentos –incluyendo las declaraciones de renta de Alberto Rojas- que sugieren que en los dos años siguientes a su salida de la Procuraduría, el futuro magistrado de la Corte Constitucional recibió 567 millones de pesos en honorarios de dos empresas de alumbrado público y solo declaró a la Dian 69 millones de pesos; y que de esos, 499 millones fueron por una asesoría a la empresa de uno los mejores amigos de Salvatore Mancuso.

Entre 2010 y 2011 el candidato Alberto Rojas recibió grandes montos de dinero que pueden enredarle al favorito de la terna su elección en el Congreso como magistrado de la Corte Constitucional.

La Silla Vacía tuvo acceso a documentos –incluyendo las declaraciones de renta de Rojas- que sugieren que en los dos años siguientes a su salida de la Procuraduría, el futuro magistrado de la Corte Constitucional recibió 567 millones de pesos en honorarios de dos empresas de alumbrado público y solo declaró a la Dian 69 millones de pesos; y que de esos, 499 millones fueron por una asesoría a la empresa de uno los mejores amigos de Salvatore Mancuso.
 

Alberto Rojas Ríos es el casi seguro ganador de la elección para reempalzar a Humberto Sierra Porto en la Corte Constitucional. 
La ex senadora Zulema Jattin ha sido muy cercana a Rojas. 

Pagos de un amigo de Mancuso

En 2010, Alberto Rojas recibió 498’764,045 pesos de honorarios de Elec S.A, la empresa que maneja los alumbrados públicos de Montería, Cereté y Caucasia.

En entrevista con la Silla Vacía, Rojas inicialmente dijo no recordar este pago ni conocer la empresa. Su esposa Cecilia Espinel, quien dijo que le ayudaba con los temas financieros, tampoco recordaba que hubieran tenido algo que ver con esa empresa.

Elec S.A es una compañía fundada en Montería en 1996. Su cabeza es Pedro Ojeda Visbal, un hombre muy rico y conocido en Córdoba, sobre quien pesan versiones encontradas.

Por un lado, una fuente que ha trabajado con él dijo que era un empresario muy respetado y otra del sector contó que que fuera del exitoso negocio de alumbrado también era un cultivador muy prestigioso de teca y uno de los dueños del famoso restaurante de Montería La Bonga del Sinú. Pero Ojeda ha cargado con la sombra de su relación con el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso, extraditado a Estados Unidos por narcotráfico y condenado en Colombia por varias masacres.

Ojeda es amigo de Mancuso desde su juventud. Así lo aseguró un artículo de El Tiempo y luego lo ratificó el libro sobre la vida del jefe paramilitar (o por lo menos la versión autorizada por él mismo) escrito por la periodista Glenda Martínez y editado por María Elvira Bonilla. Según este libro, Ojeda es “uno de los mejores amigos de Mancuso” y compartieron un apartamento en Pittsburgh, Estados Unidos, después del colegio. Según dijeron dos fuentes creíbles a La Silla Vacía, también habrían tenido negocios en común. Una persona muy cercana a Ojeda le dijo a La Silla Vacía que esa relación ya no existe y que aunque coincidieron en el colegio, hoy no tienen ningún vínculo.

En 1997, la Policía mencionó a Ojeda en conexión con un operativo contra narcotraficantes como Justo Pastor Perafán y los hermanos Henao Montoya, según contó El Tiempo en su momento. Según una fuente cercana a Ojeda, éste tuvo una investigación abierta en la Fiscalía entre 1996 y 1998 por cuenta de un anónimo que decía que habría delitos detrás de la construcción de un centro comercial en Montería, pero ese episodio quedó atrás y no ha vuelto a tener ninguna investigación judicial. Ojeda ha seguido siendo una persona muy visible en Montería: construyó la terminal, hizo el primer gran centro comercial de la ciudad y siguió operando el alumbrado.

Rojas dijo desconocer esa relación de Ojeda con Mancuso pero en una segunda conversación, después de consultar con su contador, sí le confirmó a La Silla haber recibido ese pago de Elec SA.

“Yo conocí a Pedro Ojeda porque su hermana Diana Margarita era procuradora delegada y me pidió el favor de ayudar a su hermano por lo que yo era experto en el tema de servicios públicos”, dijo Rojas. Explicó que inicialmente no se había acordado del negocio porque su relación era con Ojeda más que con la empresa.

 

Una asesoría bien pagada

Rojas explicó a La Silla haber recibido en 2010 ese pago de casi 499 millones por una asesoría que le hizo a Pedro Ojeda a raíz de una acción de grupo que metieron unos usuarios de alumbrado público contra su empresa Elec SA, el municipio de Montería y Electrocaribe.

“Actué como asesor del proceso”, explicó Rojas a La Silla. “Yo le daba mis conceptos a Ojeda. Mi trabajo fue dar opiniones sobre lo que podría ser el planteamiento de la apelación y una conceptuación sobre posibles variables del tema, si se producía la condena. Sobre cómo podía hacer la liquidación, por ejemplo”.

Dos abogados consultados y un empresario del sector dijeron a La Silla que esa era una asesoría muy bien paga. Primero, porque Rojas recibió casi 500 millones de pesos, aunque no fue el abogado defensor de Elec SA.  Ese cargo, según consta en el expediente del proceso, lo desempeñó Hernán Guillermo Aldana, ex consejero de Estado.

Segundo, porque no incluía una prima de éxito. El Consejo de Estado admitió la apelación en enero de 2008 (es decir que si Rojas participó en el planteamiento de la defensa tendría que haberlo hecho cuando era funcionario de la Procuraduría) y finalmente falló condenando al municipio y a Elec SA en marzo de 2011. Es decir, al año siguiente de haberle pagado a Rojas sus honorarios.

Rojas no recordaba con exactitud -pues ya habían pasado tres años- el detalle de las orientaciones que le dio a Ojeda, pero explicó que aún si la defensa ya estaba en curso siempre cabían recursos de revisión y asuntos por el estilo. Al final, Elec SA aceptó la sentencia que lo condenaba.

Y tercero, porque Rojas recibió un pago equivalente a más del 30 por ciento de la condena final, que fue por 1.449 millones de pesos. El ponente de la sentencia fue el magistrado del Consejo de Estado Enrique Gil.

Rojas dice que, por el contrario, cobró “muy barato”. Explica que cobró el 5 por ciento del dinero que la acción de grupo calculaba que se debía devolver a los usuarios, unos 12 mil millones de pesos apróximadamente.

¿Evadió impuestos?

Más allá de si la asesoría fue bien o mal paga, el pago que le hizo Elec SA a Alberto Rojas en 2010 no aparece registrada en su declaración de renta.

El mismo año en el que recibió los 499 millones de esa empresa de alumbrado público, Rojas declaró ingresos netos totales por 146 millones, repartidos entre 134 millones por rendimientos financieros y apenas 8,5 millones por honorarios.

La Silla Vacía le preguntó a Rojas por qué esos 499 millones no aparecían en su declaración de renta. El futuro magistrado de la Corte Constitucional no tenía a las 9 de la noche todavía una explicación, a pesar de que La Silla lo había entrevistado en la mañana del martes.

“Estoy averiguando con el contador que pasó”, dijo a La Silla. “Yo actúo con una infinita torpeza al hacer mis declaraciones de renta. Yo firmo el cheque por el monto de impuestos que me dice el contador”, dijo. “Pero ya le dije que si hay alguna sombra de duda sobre ese ingreso, que se vaya para la Dian y arregle eso”.

La Silla Vacía consultó a tres expertos tributaristas, que le dijeron que con esos elementos lo más probable es que se trate de una evasión de impuestos. Y que corregir la declaración probablemente significaría para Rojas pagar unos cien millones de impuestos, sin contar multas o sanciones.

Rojas quedó de llamar más tarde a La Silla Vacía con la respuesta exacta del contador sobre por qué no aparecía ese monto declarado. Pero hasta la medianoche que publicamos esta historia no nos llamó ni contestó nuestra última llamada. La Silla Vacía llamó también al contador y le dejó un mensaje pero tampoco se pudo comunicar con él.

El uno por ciento

Fuera del pago que recibió de Elec SA, después de salir de la Procuraduría Rojas también recibió dinero de
Diselecsa y de Ingeniería, Suministros y Montajes (ISM), dos empresas del zar del alumbrado público Remberto Merlano, que tiene concesiones en Barranquilla, Neiva, Cúcuta, Soledad, Sincelejo y Girardot.

A finales de 2009, Diselecsa reportó que le debía 100 millones de pesos a Rojas. En 2010, la compañía le pagó más de 46 millones de pesos como rendimientos financieros ( lo que corresponde a haberle pedido prestado 460 millones durante todo un año a un interés bajo del 10 por ciento, o 230 millones a un interés del 20 por ciento anual) y en 2011, otros 6,5 millones por el mismo concepto.

Rojas explicó que él y su esposa le han prestado dinero en algunas ocasiones a Merlano, que es su amigo hace muchos años, y que de ahí venía ese pago. Es más, según su esposa, hace pocos días Merlano le pagó 100 millones de pesos que le había prestado.

Remberto Merlano confirmó a La Silla que Rojas le había hecho esos préstamos. Merlano es un empresario de Sincelejo que ha sido muy exitoso, y que tiene negocios en México, Guatemala, Argentina y Estados Unidos. Según él mismo dijo a La Silla, sus negocios en Colombia solo representan el 10 por ciento de sus ingresos y se extienden más allá del alumbrado público. Por ejemplo, tiene el 41 por ciento del recaudo del MIO de Cali.

Cuando La Silla le preguntó por qué teniendo tantos negocios exitosos acudía a su asesor para pedir préstamos en cambio de hacerlo ante un banco explicó que “hay momentos en que uno se queda ilíquido” o que se llena el cupo del banco y que por eso había tenido que recurrir a amigos como Rojas, con quien además, tiene una asesoría permanente desde hace años.

En efecto, ISM, la otra empresa de Merlano, le pagó a Rojas honorarios por 14,5 millones de pesos en 2010 y por 54 millones en 2011.

Rojas le explicó a La Silla -y Merlano lo confirmó- que este concesionario de alumbrado público le paga 4,5 millones de pesos al mes por sus asesorías. Precisamente los 54 millones pagados en 2011 corresponden a un pago mensual de 4,5 millones de pesos.  “Es una suma simbólica”, afirmó Rojas.

Merlano reconoció que era muy poca plata para el gran abogado que era Rojas, pero que él también le retribuía de otras maneras. “A veces cuando sale uno de esos proyectos, le regalo el 1 por ciento del proyecto”, dijo Merlano a La Silla. Citó como ejemplo, el MIO de Cali. Rojas le ratificó a La Silla que así era.

Una explicación alternativa

Una cosa en común que tienen las tres empresas que le pagaron a Rojas durante esos años es que fueron directas beneficiarias del hundimiento de un proyecto de ley que buscaba prohibir que los particulares recaudaran impuestos.

Como contó en su momento La Silla, el trámite de ese proyecto estuvo lleno de sorpresas e irregularidades y se hundió debido a que Senado y Cámara no se pudieron poner de acuerdo en la conciliación sobre un ‘mico’ que beneficiaba a los concesionarios de alumbrado público.

Una fuente del Congreso que dijo conocer cómo fue el proceso por dentro dijo a La Silla Vacía que Rojas, actuando con Zulema Jattin, fue uno de los lobistas tras bambalinas para que ese proyecto se hundiera tres meses después de que él abandonara la Procuraduría. Pero el candidato a magistrado lo negó tajantemente a La Silla. “Yo nunca he hecho lobby,” aseguró.

¿La elección cantada?

Desde su inclusión en la terna, Alberto Rojas ha sido el favorito para llegar a la Corte Constitucional y ayer –un día antes de la audiencia para escuchar a los candidatos- aseguró los votos que le faltaban de la bancada de La U (19 de 25)  y del Partido Conservador (15 le dieron el sí y se comprometieron a conseguir los seis ausentes).

Dado que desde el principio fue presentado por Simón Gaviria, jefe del Partido Liberal como su candidato, con estos votos Rojas tendría más que asegurada su victoria cuando se haga la votación formal.

En un principio se dijo que Alejandro Linares, otro de los candidatos, era el favorito de Santos. Pero una fuente totalmente creíble le confirmó a La Silla que el Presidente acordó con la exsenadora y antigua aliada política Zulema Jattin que se mantendría neutral en la elección del magistrado. A cambio, Jattin le garantizó su ayuda en la Costa para la reelección. 

Rojas le confirmó a La Silla que él se había reunido la semana pasada con el ministro del Interior Fernando Carrillo, con Aurelio Iragorri, el Alto Consejero Político de Santos, y con su secretaria privada Cristina Plazas. Un acceso privilegiado que el gobierno no le concedió a Linares ni a la otra candidata Marta Lucía Zamora. Pero Rojas negó categóricamente -como ya lo había hecho en la W- que Jattin hubiera intercedido a favor suyo con el Presidente en esta ocasión.

“Zulema está totalmente desaparecida de mi vida”, dijo Rojas, de quien fuera su jefe entre 2004 y 2005, cuando él trabajó como asesor jurídico de la mesa directiva de la Cámara que presidía Jattin. Y como contó La Silla en su momento, Jattin le hizo la campaña cuando Rojas estuvo a punto de convertirse en Contralor, en cambio de Sandra Morelli, en 2010.

Sin Palacio moviendo un dedo y con el apoyo de las bancadas liberal, conservadora y de La U, Rojas parece tener el camino allanado para llegar a la Corte Constituciona. Falta por ver si para el Senado o para el Gobierno esta nueva información es relevante.

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...