En vista de que tantas personas nos han escrito para que hablemos del tema de las basuras en Bogotá, pensé que lo mejor sería invitar a alguien que trabaja en el tema. Rafael hace parte de un grupo de ecólogos que están haciendo una apuesta para que en las universidades se recicle.

En vista de que tantas personas nos han escrito para que hablemos del tema de las basuras en Bogotá, pensé que lo mejor sería invitar a alguien que trabaja en el tema. Rafael hace parte de un grupo de ecólogos que están haciendo una apuesta para que en las universidades se recicle.

Por Rafael Hernández
Junto con el crecimiento acelerado de nuestra ciudad Bogotá  también se ha aumentado considerablemente la producción de residuos sólidos, actualmente se disponen diariamente  más de 6000 toneladas en el Relleno Sanitario Doña Juana; de este total algunos autores estiman que aproximadamente el 60% son residuos orgánicos, y el 40% restantes son residuos inorgánicos dentro de los cuales la mayoría son materiales potencialmente reciclables.
Ante este escenario surgen muchas preguntas, entre ellas,  ¿por qué en la actualidad la ciudad esta “enterrando” esta enorme cantidad de residuos?,  residuos  que a la larga son materiales que se pueden reciclar y  utilizar para producir abono, o darle otro fin productivo; es decir estamos enterrando oportunidades para los recicladores de oficio, para todo el sector productivo, y a su vez estamos generando problemas ambientales (problemas inherentes  a  la disposición de esta gran cantidad de residuos, como producción de gas metano, lixiviados, etc.), otro problema ambiental derivado de esta situación es la necesidad de volver a utilizar materias primas como arboles, metales, etc., para producir muchas de los materiales sepultados.    
Ante estas cifras tan impactantes  muchos pensarían que nada se está haciendo al respecto, y que esta situación nunca va cambiar, sin embargo la noticia es que si se está reciclando gran cantidad de material  gracias a la labor de los recicladores de oficio de Bogotá y   a gran cantidad de iniciativas distritales y privadas, como lo son el Programa Distrital de Reciclaje (realizado por la UAESP), la red PRIES (red de programas de reciclaje en las instituciones de educación superior), CEMPRE (compromiso empresarial para el reciclaje), Bolsas de residuos como  BORSI, entre otras iniciativas. También existe legislación y varios proyectos de ley referentes al tema, y aunque no todo es color de rosa, y falta muchos problemas y tarea por resolver (sobre todo la formalización y regulación en el sector productivo); de forma general se puede decir que  está avanzando y trabajando en el tema.
Tal vez una de las principales tareas que queda por resolver es la participación ciudadana, cuando se hace un análisis al respecto se concluye que gran  parte de los ciudadanos no está haciendo la tarea de separar los residuos, a los bogotanos nos falta desarrollar hábitos de separación en la fuente, y nos falta tener una cultura del reciclaje, entonces surge otra pregunta ¿qué estamos haciendo los bogotanos al respecto?. Una de las frase más recurrentes es “para qué separamos lo residuos si el camión de la basura al final lo revuelve todo”, si bien es cierto que esto ha pasado, y puede que siga pasando en algunos casos, no es excusa para que no separemos nuestros residuos y nos aseguremos que efectivamente se los está llevando la ruta de recolección selectiva del distrito o algún reciclador de oficio. Debemos comprometernos y cambiar el imaginario “de que nada funciona”, transformándolo por  un comportamiento de mayor cooperación en la separando de los residuos, y de convencer a nuestros vecinos y amigos;  solo de esta forma podemos empezar a cambiar gradualmente un problema tan complejo como lo es la falta de cultura ciudadana y preocupación por el ambiente.

Esto no quiere decir que el relleno sanitario este mal manejado, de hecho cumple con todos los criterios técnicos, y en la actualidad se encuentra en funcionamiento un proyecto para el aprovechamiento de biogás aplicando mecanismos de desarrollo limpio –MDL-, generando CER´s (certificados de emisiones reducidas)